martes

Las figuras literarias.

EDUCACIÓN LITERARIA
EL LENGUAJE LITERARIO
LAS FIGURAS LITERARIAS



Los RECURSOS LITERARIOS son los procedimientos lingüísticos que se utilizan para que un texto adquiera belleza con las palabras. Los recursos literarios pueden atender a:

·        Los sonidos (RECURSOS FÓNICOS)
·        El uso y la distribución de las palabras en el texto (RECURSOS MORFOSINTÁCTICOS)
·        El significado de las palabras (RECURSOS LEXICOSEMÁNTICOS)


RECURSOS FÓNICOS
ALITERACIÓN. Es la repetición de uno o varios sonidos iguales o parecidos a lo largo de un enunciado.
Salve al celeste sol sonoro.
Bajo el ala aleve del leve abanico.
En el silencio solo se escuchaba
un susurro de abejas que sonaba.
Mi mamá me mima.
ONOMATOPEYA. Imitación mediante el lenguaje de los sonidos de la realidad a la que se refieren.
Estaba todo en silencio, solo se oía el tictac de un reloj.
El chachachá del tren.
El ropopompón del tamborilero.
Cric, cric, cric, el grillo llora.
PARONOMASIA.  Repetición de palabras de sonido parecido pero con significado diferente.
Madre, no seré casada
por no ver vida cansada.
Dulcísima Dulcinea…
Tanta tinta tonta que te atenta y que te atonta.
Tres tristes tigres comían trigo en un trigal.

RECURSOS MORFOSINTÁCTICOS.

·        BASADOS EN LA REPETICIÓN DE PALABRAS.

ANÁFORA. Repetición de una misma palabra o palabras al comienzo de una serie de oraciones o versos.
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada
Quien lo soñara,
quien lo sintiera,
quien se atreviera…
¡Ay voz antigua de mi amor!
¡Ay voz de mi verdad!
¡Ay voz de mi abierto costado!
Hora de ocaso y de discreto beso
hora crepuscular y de retiro
hora de madrigal y de embeleso.
PARALELISMO. Es la repetición de una misma estructura sintáctica en dos o más versos u oraciones.
Que te amo con el alma,
que te quiero con el corazón.
Y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos.
No perdono a la muerte enamorada
no perdono a la vida desatenta
no perdono a la tierra ni a la nada.
Esta sí que es siega de vida;
esta sí que es siega de flor.
REDUPLICACIÓN. Repetición sucesiva de una misma palabra.
Hoy, siento por vosotros, en el fondo
del corazón tristeza,
tristeza que es amor…
Leer, leer, leer vivir la vida.
Dile, dile que la amo.
Rosas, rosas, rosas a mis dedos crecen…
POLISÍNDETON. Es la repetición innecesaria de una misma conjunción a lo largo del enunciado.
Amo la arena y el mar y las palmeras y las gaviotas
y el sol que ilumina en mis días de gloria.
El tiempo lame y roe y pule y mancha y muerde.
Lo presintió en la arena y en las olas, y en la espuma y la sal y el horizonte.
Ni fío, ni desconfío:
ni bien vivo, ni bien muero,
ni soy ajeno, ni mío.
ASÍNDETON. Supresión de una o más conjunciones necesarias en un enunciado.
En tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.
Día, noche, ponientes madrugadas, espacios.
Canta , ríe, sueña, acude conmigo, calma mi pena.
Vivo, respiro, siento, muero lento.
ELIPSIS. Supresión de un elemento.
Esta cabeza, cuando viva, tuvo
sobre la arquitectura de estos huesos…
Lo bueno, si breve, dos veces bueno.
En abril, aguas mil.
A enemigo que huye, puente de plata.
ANADIPLOSIS. Repetición de una palabra al final de un verso y al principio del siguiente. Si se repite sucesivamente es una CONCATENACIÓN.
Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.
Mejor huir que pelear,
mejor pelear que herir,
mejor herir que matar,
mejor matar que morir.
No hay criatura sin amor,
ni amor sin celos perfecto,
ni celos libres de engaño,
ni engaños sin fundamento.
La plaza tiene una torre,
la torre tiene un balcón,
el balcón tiene una dama,
la dama una blanca flor.
EPANADIPLOSIS. Un verso se inicia y se acaba con la misma palabra.
Zarza es tu mano si la tiento, zarza,
ola tu cuerpo si lo alcanzo, ola,
cerca una vez, pero un millar no cerca.
Pasa llevando en tus ondas,
palabras de amor, palabras.
Verde que te quiero verde.
¡Preciosa, corre, Preciosa!
¡Míralo por dónde viene!

·        BASADOS EN EL ORDEN DE LAS PALABRAS.

HIPÉRBATON. Alteración del orden habitual de las palabras de un enunciado.
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar.
Del monte en la ladera,
por mi mano plantado, tengo un huerto.
Mi casa a unos pasos queda.
Que mis ojos se despierten con la luz de tu mirada, yo a Dios le pido.
ENCABALGAMIENTO. El final de un verso no coincide con el final de una unidad sintáctica, sino que la frase continúa en el verso siguiente.
Tú eras el huracán y yo la alta
torre que desafía su poder.
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas…
Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos
las polvorientas encinas!
QUIASMO. Paralelismo en el cual la distribución de los elementos no es correlativa sino cruzada. Si además intercambiamos las funciones sintácticas, hablamos de RETRUÉCANO.
Quema el sol, el aire abrasa.
Ni son todos los que están, ni están todos los que son.
Todos dieron algo pero algunos lo dieron todo.
No hay camino para la paz, la paz es el camino.

RECURSOS LEXICOSEMÁNTICOS
SÍMBOLO. Son palabras del lenguaje normal que en el literario connotan algo distinto. Se utiliza un objeto real para referirse a algo espiritual o imaginario. Una sucesión de símbolos constituye una ALEGORÍA.
¡Oh llama de amor viva,
que tiernamente hieres
de mi alma en el más profundo centro!
Pues ya no eres esquiva,
acaba ya, si quieres;
rompe la tela de este dulce encuentro.
Pobre barquilla mía
entre peñascos rota,
sin velas desvelada
y entre las olas sola.
Nuestras vidas son los ríos       
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir;                         
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
y llegados, son iguales
los que viven por sus manos         
y los ricos.
La nave del corazón, combatida por los vientos de las pasiones turbulentas, se estrella en las rocas del vicio; pero si es llevada por el suave soplo de la virtud, arribará segura al puerto de la inmortalidad.
METÁFORA. Identificación de dos realidades entre las cuales se percibe una relación de semejanza. A es B.
Sus ojos son dos luceros.
El tiempo es oro.
Tus cabellos, hilos de oro.
Las dos rosas de tus mejillas.
SÍMIL o COMPARACIÓN. Comparación entre dos realidades por medio de la conjunción como o de otra expresión equivalente. A es como B.
Él es manso como un cordero.
Una noche negra como la boca del lobo.
Tus manos suaves parecen terciopelo.
Eres duro como el acero.
METONIMIA. Uso de una palabra o una realidad para designar a otra con la que mantiene cierta relación, sea de causa y efecto, de autor y obra, de producto y lugar del que procede, etc.
¡Oh siempre gloriosa patria mía,
tanto por plumas  cuanto por espadas!
Tomar una copa.
Mientras leía a Neruda, disfrutaba de un Rioja.
Son las mejores raquetas del momento.
EPÍTETO. Adjetivo calificativo que indica una cualidad inherente al sustantivo al que acompaña.
La nieve blanca.
En una noche oscura.
El negro carbón.
El duro mármol.
PERSONIFICACIÓN. Atribución de acciones o cualidades humanas a seres inanimados o irracionales.
La luna me observaba por el sendero.
La naturaleza es sabia.
En el cerro gime el viento.
Las estrellas nos miraban
mientras la ciudad sonreía.
HIPÉRBOLE. Exageración desmedida.
Es más fácil llegar al sol que a tu corazón.
No hay océano más grande que su llanto.
Bajaré la luna y las estrellas a tus pies.
¡Eres más lento que una tortuga!
ANTÍTESIS. Contraposición de dos palabras o expresiones de significado opuesto.
Se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos
Me esfuerzo por olvidarte
y sin querer te recuerdo.
Es tan corto el tiempo y tan larga la espera.
Que ni sé cuándo es de día
ni cuando las noches son.
PARADOJA. Expresión de dos ideas aparentemente contradictorias.
Es una persona tan pobre que lo único que tiene es mucho dinero.
Vivir sin vivir en mí,
y tan alta vida espero
que muero porque no muero.
No me acuerdo de olvidarte.
No es más rico quien más tiene sino quien menos necesita.
IRONÍA. Consiste en dar a entender lo contrario de lo que se dice.
Salió de la cárcel con tanta honra, que le acompañaron doscientos cardenales; salvo que a ninguno llamaban eminencia.
Comieron una comida eterna, sin principio ni fin.
¡Qué buena nota he sacado! (cuando estás suspenso)
¡El examen ha sido facilísimo! (cuando ha sido todo lo contrario)
CALAMBUR. Modificar el significado de una palabra o frase al reagrupar de distinta forma las sílabas que la componen.
Entre el clavel blanco y la rosa roja,
su majestad escoja.
Yo loco, loco y ella loquita. Yo lo coloco y ella lo quita.
Con dados ganan condados.
Blanca por dentro, verde por fuera, si quieres que te lo diga, espera.
GRADACIÓN. Varios conceptos o palabras en escala ascendente o descendente.
Por estos campos de la tierra mía
voy caminando solo, triste, cansado,
pensativo y viejo.
En tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.
Aspiro siempre a lo bello, lo perfecto, lo sublime…
¿De qué sirve sembrar locos amores,
si viene un desengaño que se lleva
árboles, ramas, hojas, fruto y flores?
SINESTESIA. Mezcla de sensaciones del gusto,  visuales, olfativas, auditivas y táctiles.
Y tenía un color ácido como a yodo y a limones.
Disfrutamos de una música muy dulce.
Suave como un silbido de verano.
En el cénit azul, una caricia rosa.
APÓSTROFE. El autor se dirige directamente a algo o alguien generalmente ausente.
¡Oh, Dios! Si he de morir, quiero tenerte despierto.
Olas gigantes que os rompéis bramando…
¡Llevadme con vosotras!
Tú, infinito cielo, ¿cuándo será el día que me muestres tus misterios?
Agua, ¿dónde vas?
INTERROGACIÓN RETÓRICA. Formulación de una pregunta de la que no se espera respuesta.
Pájaro de la luna, ¿de qué prado divino
es la fuente de oro que surte de tu garganta?
¿Quién te llena de alegría como yo?
¿Por qué este inquieto y abrasador deseo?
¿Serás amor un largo adiós que no se acaba?


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Para practicar…
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